El presente Artículo fue realizado por Jesús Capitán, director de SDEYF Consultores de Franquicias y socio español de FCI.
Franquiciar no se trata de disponer de un contrato y una buena presentación de tu negocio. Franquiciar es una acción que va más allá, pues pasa por diseñar un plan de expansión del negocio, mediante la implantación de un sistema de franquiciasen tu empresa,con el fin deescalar el negocio y crecer como empresario.Ahora bien, es importante que esta aventura empresarial se desarrolle de manera estructurada y organizada.Para ello,me permito, después de varios años de experiencia en el análisis y el desarrollo de proyectos de franquicias, una propuesta de claves que buscan potenciar este proceso.
Lo primero, y más importante, es disponer de un modelo exitoso muy bien definido,actualizado y que se pueda estandarizar. De esta forma, cuando otro empresario decida invertir contigo en tu negocio y desarrollar tu marca,representándola responsablemente, no tendráque modificar las pautas operativas y pueda disponer de un conocimiento exhaustivo de las técnicas de comercialización,digitalización del modelo y desarrollo operativo del negocio, mediante un periodo formativo.
Además, es necesario disponer de recursos suficientes para que tu negocio pueda llegar al ecosistema emprendedor e inversor,esto es lo que se denomina: la oferta de tu negocio como franquicia.
Sin duda, la importancia de un centro donde establecer nuevas técnicas de producción o de comercialización, digitalización y en general de operatividad, es primordial. Gracias a ellos, los emprendedores pueden realizar diversos experimentos de manera centralizada, sin involucrar a terceros empresarios. Estos son los denominados“centros piloto”.
Después de mi experiencia, una de las preguntas que más he podido recibir ha sido: ¿Puede ser franquiciable mi negocio? Mientras que, en contadas ocasiones se ha planteado el hecho de: ¿puedo ser franquiciador?
En este contexto, es de suma importancia que todo aquel empresario, que estudie el desarrollo de su negocio a través del sistema de franquicias,tenga en cuenta una serie de actitudes que configuraran su actividad empresarial. Prueba de ello, resulta la resolución de la problemática cotidiana sobre el funcionamiento del mismo, y las futuras colaboraciones o acuerdos con franquiciados.
En otras palabras, el liderazgo es uno de los retos que todo empresario tendrá que asumir. Liderar un negocio innovador, capaz de aportar soluciones y diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo e innovador, así como de establecer un desarrollo planificado y colaborativo, serán factores imprescindibles con los que todo empresario tiene que contar.
Asimismo, será vital contar con habilidades específicas y un enfoque estratégico, considerando para ello algunas características:
1. Experiencia en negocios: un buen plan de franquicia requiere de un profundo conocimiento de la industria en la que el negocio desarrollará su actividad, así como experiencia en la gestión de empresas. Un empresario con experiencia previa en el sector y en la operación de su propio negocio tendrá una ventaja en el desarrollo de un plan de franquicia sólido.
2. Visión estratégica: el empresario franquiciador tendrá que contar con una visión clara del mercado, las oportunidades de crecimiento, la competencia y las tendencias del consumidor. Una comprensión profunda del entorno empresarial le permitirá desarrollar un plan de franquicia que sea viable y rentable a largo plazo.
3. Habilidades analíticas: es importante que el empresario franquiciador pueda recopilar y analizar datos relevantes para respaldar las decisiones estratégicas en el desarrollo del plan de franquicia. Esto incluye la evaluación de la rentabilidad, la identificación de oportunidades de mercado y el análisis de la competencia.
4. Creatividad e innovación: un plan de franquicia exitoso requiere de un enfoque creativo e innovador, para diferenciar la marca en el mercado y atraer a potenciales franquiciados. El empresario debe ser capaz de desarrollar propuestas atractivas y únicas que aporten un valor añadido al mercado de desarrollo y al propio sistema de franquicias.
5. Habilidades de comunicación: el empresario tendrá que contar con una comunicación clara y una capacidad de expresión con la que transmitir sus ideas de tal manera que capte la atención del resto de usuarios. Además, será imprescindible apoyarse en presentaciones concisas que puedan ser explicadas de una forma sencilla y entendible a todos los oyentes. Ello con el fin de estimular la confianza en su modelo de negocio.
6. Enfoque en el soporte y la capacitación: un buen plan de franquicia debe incluir un sólido programa de soporte y capacitación para los franquiciados. El empresario debe ser capaz de identificar las necesidades de formación y apoyo de los franquiciados y desarrollar programas efectivos para ayudarles a tener éxito.
7. Aptitudes para delegar funciones creando un equipo multidisciplinar de colaboracion que le ayude en sus objetivos y fortalecimiento empresarial.
8. Disponibilidad para compartir las rentabilidades con otros empresarios que han apostado por tu modelo y que representan el valor de tu marca.
En resumen, el perfil ideal de un empresario para desarrollar un plan de franquicia exitoso incluye: experiencia en negocios, visión estratégica, habilidades analíticas, creatividad, habilidades de comunicación, enfoque en el soporte y capacidad de liderar el proyecto de manera corporativa, generando confianza en la red y en el ecosistema inversor.
Pues como decía el padre jesuita Baltasar Gracián: “Aspira más a avanzar hacia lo excelso que a competir con otros”.
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