En menos de cuatro años, Sense Fitness Center abrió nueve locales, sumará dos más y prepara la expansión con franquicias. Maximiliano Caballero, socio de Sense Fitness Center
Le apasiona el surf y dice que apenas un escalón por debajo en sus preferencias está su gusto por entrenar y ejercitarse. De esto último hizo su trabajo y su negocio al emprender junto a tres socios el gimnasio Sense Fitnessen 2019.
En casi cuatro años, el proyecto se transformó en una cadena con nueve locales y dos más que abrirán este año. La expansión seguirá hacia el interior con franquicias, mientras a futuro piensan en llegar a otros países de la región.
Caballero (montevideano, 36 años) dice que la pandemia los obligó a adaptarse, por ejemplo, adoptando el modo virtual. Pasada la crisis sanitaria, la competencia aumentó, aunque hay mercado para las distintas propuestas, opinó.
-El primer local de Sense abrió sus puertas en 2019. ¿Cómo fue el inicio de la marca?
-Sí, en diciembre se cumplen cuatro años. Yo trabajaba en este local (21 de Setiembre y Luis de la Torre) en el anterior gimnasio que se llamaba Instinto Crossfit, y en agosto empecé a conversar con mi primo Fabián (Hernández), que es hoy uno de los socios de Sense, sobre la idea de emprender un gimnasio. Le comenté a Santiago Comba (NdR: campeón de crossfit), un amigo de hace años, él en paralelo tenía su proyecto -yo no lo sabía-, entonces fusionamos las ideas. Él ya tenía un socio, íbamos a ser cuatro, pensamos en poner un gimnasio y rápidamente abrir otro para que a las dos partes nos sirva. Cuando llega el momento de firmar la sociedad, a fines de setiembre, el cuarto socio decide bajarse por motivos personales, entonces Santiago dice: yo tengo un amigo. Y ese es Gabriel (Hernández), que se suma en ese momento. Rápidamente conseguimos un local que Santi había visto, que es el de la primera sucursal en Pocitos. Abrimos el 19 de diciembre con una obra no totalmente terminada, pero había que salir a la cancha.
-Pocos meses después llegó la pandemia. ¿Cómo los afectó?
-Apenas anuncian la emergencia sanitaria nos llamamos y nos juntamos en Pocitos con una incertidumbre total. Al día siguiente salimos en redes sociales con entrenamientos online, con rutinas para que la gente se mantuviera en movimiento. Todo era muy nuevo para todos, era adaptarse al contexto. Al principio también estaba presente la parte económica, el haber empezado un emprendimiento de cero y el no poder trabajar de la manera que esperábamos. Recurrimos al Zoom pero también pensamos -y eso fue algo muy inteligente de nuestra parte- en hacer vivos por Instagram que es algo gratuito y más masivo, si bien no tiene una repercusión económica. La necesitábamos para seguir adelante, pero llegábamos a la gente y nos hacíamos conocer.
-¿En qué medida la modalidad virtual ha permanecido como una opción para sus clientes?
-En ese momento la modalidad remota no era una opción: o lo hacíamos así o no hacíamos nada. Además, mucha gente estaba sola o vivía sola o por cuidar a la familia no podía relacionarse tanto, entonces era muy importante la parte remota.
Hoy venir al gimnasio tiene toda una experiencia que si lo hacés remoto, no está. El modo virtual sigue estando para quienes aún tienen un poquito de reservas de tener que ir, pero no es la mayoría. De todos modos, la opción virtual es algo que vamos a desarrollar y mejorar este año y el que viene mediante una app que va a permitir que la gente pueda entrenar en sus viajes. De esa manera mantenemos el vínculo a la distancia. También mejorará mucho nuestro sistema de reservas, será mucho más efectivo con las notificaciones mediante push, ya que hoy es vía mail.
En ese momento la modalidad remota no era una opción: o lo hacíamos así o no hacíamos nada.
Maximiliano Caballero, socio fundador de Sense Fitness Center
-¿Cómo fue la evolución del negocio para llegar al presente, donde tienen nueve locales?
-Hablando del crecimiento de los locales, una vez que reabrimos en mayo, en setiembre llegó la apertura de la segunda sucursal, que fue en Ciudad de la Costa. Cuando comenzamos con Sense siempre tuvimos el objetivo de generar una red de gimnasios a nivel local. Obviamente, primero en Montevideo para después expandirnos hacia el interior. Nos seducía mucho la idea de formar un buen producto y poderlo franquiciar, hacerlo replicable.
-¿Qué planes de aperturas tienen para este año?
-Ya tenemos un local encaminado en el interior en un lugar que va a sorprender mucho. Y si Dios quiere llegaremos al número 11 a fin de año. De ahora en más todo en modalidad de franquicia. Nos armamos con la consultora Svet con la que venimos trabajando muy bien, y en proceso de generar manuales operativos de todo. Para nosotros lo más importante de haber tomado la decisión de pasar a franquicias fue decir queremos cuidar la marca, el producto que se creó.
Nos seducía mucho la idea de formar un buen producto y poderlo franquiciar, hacerlo replicable.
Maximiliano Caballero, socio fundador de Sense Fitness Center
-¿Qué inversión requiere montar un gimnasio de Sense?
-Depende mucho del estado del local al momento de alquilarlo porque la obra tiene un porcentaje muy alto de la inversión inicial, pero está en el entorno de los US$ 130.000 y US$ 150.000 con el canon de marca incluido. La franquicia tiene que pagar un canon de marca al momento de firmar y después paga regalías y gastos de publicidad mensual.
-En vista de esos planes, ¿cómo les resulta salir a buscar alquileres en Montevideo?
-En la pandemia era más fácil negociar un alquiler porque nadie se animaba a emprender, estaba todo parado. Hoy se han encarecido un poco los precios, también varios negocios han abierto -nuestro rubro ha crecido mucho pospandemia-, pero se consiguen. Hay mucho galpón, estacionamiento, garaje, local abandonado y para nosotros es una oportunidad interesante.
-Hablaba de la cantidad de gimnasios que han abierto tras la pandemia. ¿El mercado puede absorber toda esa oferta?
-La competencia ha crecido mucho. También la conciencia de la gente ha cambiado un poco en cuanto a la actividad física, la salud y a cómo cuidarse. Eso es muy bueno, no por el negocio sino porque es algo que deberíamos hacer, y también ha llevado a la gente que quiere emprender en esto a decidir montar un gimnasio. Entonces, ha crecido mucho la oferta, pero hay público para todos y hay diferentes tipos de servicios.
-¿Y cuál es el diferencial de Sense entre todo ese menú?
-El diferencial tiene varios aspectos. Hay tres pilares muy importantes que son la salud física, la salud mental y la salud social. La salud física es lo que se asocia a la parte de entrenamiento. La salud social es el hacerlo en grupo. Sense tiene una gran comunidad entre todas las casas, hay una gran relación entre socios y profesores. Fomentamos la comunidad. Y después está la salud mental, que es el poder desconectar, dejar de lado el teléfono que te avasalla todo el día, el laburo, los temas personales. Nosotros fomentamos y potenciamos esa faceta.
Con respecto a las clases, hablamos de que el programa es una hora, es una clase guiada por un profe, son varios programas de manera simultánea, cada uno abarca diferentes objetivos y eso permite a todo tipo de público ejercitarse, no importa si están mas o menos entrenados. Buscamos que sea inclusivo y que todo el mundo pueda divertirse y pasarla bien.
El diferencial (de Sense) tiene varios aspectos. Hay tres pilares muy importantes que son la salud física, la salud mental y la salud social.
Maximiliano Caballero, socio fundador de Sense Fitness Center
-Hay un tipo de público que no es constante a la hora de ir al gimnasio, incluso pagando la mensualidad. ¿Qué nivel de permanencia ven en Sense?
-Nosotros tenemos varias cosas en consideración que también generan comunidad. Hacemos un trabajo previo en redes sociales y marketing muy fuerte, que hace que la gente nos encuentre y llegue al gimnasio. Una vez que está adentro, intentamos darle el mejor servicio posible durante la clase y además post-entrenamiento vía WhatsApp o Instagram donde le hacemos llegar mensajes a los socios luego de la clase de prueba preguntándoles cómo se sintieron cuando dejan de venir y pasa un tiempo le mandamos un mensaje para saber cómo están, si necesitan algo. Es una manera de mantener un vínculo durante y post-servicio, sobre todo luego de la clase, que no todos consideran y que nosotros sí porque es importante saber cómo se sintió el socio y qué cosas podemos mejorar. Siempre estamos abiertos a la crítica constructiva.
-¿Cuál es el perfil de clientes?
-Al principio venía un público más joven, pero a medida que fuimos creciendo se fue ampliando. Hace poco subimos un video muy interesante al feed de Instagram sobre José, un alumno del local de Nuevocentro de 81 años. El público va desde los 15, 16 años -con una carta aprobada de los padres- hasta los 60, 70 años. El grueso está entre los 23, 24 años y los 45. Hay más chicas que chicos, un 67% es público femenino. Hoy andamos en unos 4.000 socios.
Nos gustaría ver hasta dónde podemos llegar. Seguir creciendo con los pies sobre la tierra, armados y empezar a expandirnos en Latinoamérica, capaz que llegar en algún momento a España, Europa.
Maximiliano Caballero, socio fundador de Sense Fitness Center
-Hace poco lanzaron su línea de ropa. ¿Cuál es el plan?
-Hace tiempo veníamos proyectando el Sense Store. Es más que nada que la marca se haga conocer desde otro aspecto, generar la ropa que a la gente le gusta comprar, una ropa con onda, con color, más relacionado con lo que somos como marca. La idea es empezar con ropa y luego ampliarnos a accesorios, no solo para entrenamiento, sino para la diaria también, algo de sportswear y algo más relacionado con fitness. La idea es fusionar eso y generar una línea de ropa en paralelo con el sistema de entrenamiento y los gimnasios. La mercadería es importada. Queremos traer algo de mejor calidad y un producto que la gente valore y le guste.
-¿Adonde le gustaría ver posicionada a la empresa a futuro?
-Nos gustaría ver hasta dónde podemos llegar. Seguir creciendo con los pies sobre la tierra, armados y empezar a expandirnos en Latinoamérica, capaz que llegar en algún momento a España, Europa. No nos limitamos porque estamos muy enfocados en esto, siempre estamos pensando cosas nuevas, siempre tratando de mejorar el servicio y profesionalizarnos. Viajar por el mundo, ver cómo viene el primer mundo y aprender de eso para plasmarlo acá también nos gusta mucho.
«Paraguay es un mercado que nos interesa mucho»
La cadena tiene presencia en Montevideo y comienza a explorar el interior. De hecho, abrieron en Lagomar (Ciudad de la Costa, Canelones) y Melo (Cerro Largo). ¿Qué perspectivas tienen ahora respecto a la posibilidad de avanzar fuera de fronteras?
Últimamente en este año hemos recibido a algunas personas interesadas de Paraguay, que es un mercado que nos interesa mucho. Para nosotros es muy importante crecer con los pies sobre la tierra e ir de menos a más. Empezamos con la capital -hoy en día ya nos quedan uno o dos barrios por cubrir porque no queremos pisarnos entre los gimnasios- y después ya saldríamos más fuerte al interior. Melo fue el primer paso, ahora estamos en un proceso con otra apertura -el local 10 va a estar en el interior precisamente- y la idea es poder llegar a algunos departamentos como Colonia, Salto y Paysandú, que creemos que tienen mucho potencial para después poder llegar a Paraguay. Esa posibilidad creo que es algo que se puede dar en cualquier momento.
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