Cada vez que presento Uruguay en algún país extranjero, o muestro a posibles inversores las oportunidades de este pequeño país, quedan desalentados; ya que se trata de una población de poco más de tres millones de personas, que no nos caracterizamos por el consumo o el gasto excesivo.
No obstante, son varias las razones por las que las empresas extranjeras pueden hacer foco en este hermoso país. Uruguay es el número 1 en varios aspectos, como la Baja Percepción de Corrupción (según International Transparency), en Control de la Corrupción (según Banco Mundial), en Prosperidad (según Legatum Institute), en Calidad de Vida (según Mercer) pero sobre todo, número 1 en Democracia según The Economist; todo lo cual genera una estabilidad Económica y Política, así como una muy buena proyección.
Asimismo, y por su cercanía con los países de la región, Uruguay amplía su mercado de consumidores a 270 millones; cuenta con un PBI per cápita de los mayores de América Latina; el estado concede incentivos a las inversiones; así como promueve el desarrollo de diversas áreas específicas.
El sistema de franquicias puede ser una excelente forma de entrada a Uruguay. Así que dentro de este sistema, la implementación de empresas internacionales es bienvenida, y el público las recibe con muy buenos ojos. Recientemente la incorporación de KUMON, por medio de SVET, ha generado gran aceptación del mercado, haciendo que mayor cantidad de personas se hayan interesado por adquirir una franquicia extranjera y de prestigio.
De la misma manera, empresas de diversos países como España, Estados Unidos o México se interesan en introducirse a este pequeño país, generando en el último tiempo expectativas en los uruguayos pero además debido a la muy buena materia prima para internacionalizar en la región sus productos, manejan opciones que contemplan Paraguay, Bolivia, Chile, Argentina y Brasil.
Cr. Alexei Yaquimenko
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